Laparoscopía

Durante los últimos 50 años la laparoscopía a revolucionado la cirugía abdominal y pélvica en la ginecología. A través del tiempo, los instrumentos, las técnicas y los equipos se han perfeccionado a tal grado que la cirugía abierta o laparotomía es una vía de abordaje cada vez menos utilizada.

No existe diferencia significativa en los resultados de los procedimientos ginecológicos realizados mediante laparoscopía o laparotomía, pero es evidente que hay grandes ventajas al hacerlo por la vía laparoscópica también llamada endoscópica, como son el menor tiempo hospitalario, menor dolor, la menor probabilidad de íleo paralitico, menor incapacidad y más rápida recuperación. Además, disminuye la probabilidad de formación de adherencias secundarias la deshidratación y manipulación de tejidos y es, asimismo, una cirugía más limpia pues se evita el sangrado de pequeños vasos por el defecto de la presión intraabdominal incrementada por el neumoperitoneo utilizado.
En la actualidad la mayoría de las cirugías ginecológicas sea cual sea, puede ser llevada por medio de laparoscopia.